Tiene su origen en China, hace unos
dos mil años. En aquel entonces los papeles eran pegados con pegamento de
procedencia vegetal o animal. Aún podemos apreciar los más antiguos collages
del siglo XII, de origen japonés, dónde se aprecian papeles rasgados de
distintos colores decorando manuscritos. En el siglo XIII, los persas usaron
esta técnica para decorar las cubiertas de los libros. Durante el siglo XVII,
el collage se convierte en un pasatiempo de moda. Los artesanos fabricaban
cuadros pequeños, dónde representaban siluetas de escritores, músicos,
doncellas, etc. También decoraban postales para ocasiones especiales.
En los inicios del siglo XX
(alrededor de 1912) surgen quizás los más famosos y primeros collages
reconocidos; son los de los cubistas, como Picasso, Gris y Braque que empleaban
maderas, papel de periódico, telas. Realmente el collage es una extensión del
cubismo debido a la vinculación que presenta. Además es en esta época donde esta
técnica artística se muestra como una crítica al acto de pintar. Se consideraba
al collage como el medio por el cual se representaba la realidad en la pintura
sin imitarla.
Picasso introdujo el periódico con
la carga ideológica, material y física que este representaba en una de sus
obras Guitarra,
partitura y vaso. En esa época
en Francia el periódico aporta al cuadro mucha fuerza cultural.
Matisse hizo collages algo
distintos, recortando trozos de papeles de distintos colores, y también los
dadaístas, que hicieron muchos collages solo con letras, textos y papel de
colores.