Existen muchas técnicas manipulativas relacionadas
con el papel. A continuación nombraremos algunas de ellas.
Arrugado
Es una de las primeras técnicas que se puede
trabajar con los niños y las niñas. Esta se considera esencial para la
estimulación sensorial del pequeño, a través del cual puede percibir el sonido
(ruido que hace el papel al ser arrugado), y palpar texturas (tocar la pelota
del papel arrugado), más tarde se dará cuenta de que puede cambiar de forma y
tamaño.
A partir del
año el niño o la niña ya podrá desarrugar la pelota que le han pasado y, a los
dos años ya será capaz de hacerla el mismo y tirarla al aire.
Rasgado
Es a partir de los 18 meses aproximadamente (1 año y
medio) cuando los niños y las niñas
pueden empezar con el rasgado. Al principio es normal que al estirarlo, el
papel se resista, por lo que la ayuda del educador para rasgarlo al principio
es bienvenida.
También será importante practicar la técnica
utilizando papeles que no opongan demasiada resistencia como el papel de
periódico o el de seda, e ir añadiendo dificultad con papeles más duros como la
cartulina o el papel pinocho.
Doblado
La aprenden por imitación, se empieza a partir de
los 30 meses (2 años y medio), con pliegues sencillos en dos partes, a partir
de entonces el educador y la educadora debe proponer diferentes texturas para
que puedan experimentar.
Uno de los mejores papeles para empezar a doblar es
el que se puede encontrar como propaganda en los supermercados o en los
buzones, suele ser un papel que no corta y que es suficientemente maleable para
que el plegado permanezca, además, normalmente no mancha.
Enrollado
Es una de las técnicas más complejas, y pueden
empezar a trabajarla a partir de los tres años. Para que aprendan esta técnica,
un recurso útil se basas en colocar un tubo de film transparente (es muy duro y
los niños no lo aplastan) sobre una tira de papel de regalo con la primera
punta encolada, luego se tiene que hacer que el niño o la niña imite el
movimiento de rotación trabajando con las palmas de las manos.
Consiste en agujerear con una herramienta un
soporte. Se puede empezar a realizar con niños y niñas de dos años y medio que
ya tienen algo de fuerza muscular y como herramienta, por ejemplo, se puede utilizar el punzón sobre un soporte
de cartón o un tenedor de plástico sobre cartulina
El picado favorece la coordinación y el control muscular
y permite la realización de creaciones de d considerable precisión.
Frotado
Consiste en calcar frotando con un lápiz,
rotulador…un objeto situado bajo un papel transparente. Esta actividad requiere
concentración y cierto control de la fuerza muscular, por lo que no es
recomendable iniciarlo antes de los 3 años y medio. El papel vegetal es el más
apropiado para iniciar esta técnica.
Perforado
Es una técnica que consiste en agujerear, en este
caso, papel o cartón. Para los más pequeños (dos años) los educadores y las
educadoras pueden perforar un cartón grueso con un lápiz y dejar que
introduzcan el dedo. A partir de los 30
meses se puede dejar que sean ellos quienes agujereen el cartón.
Hacia los 4 años tienen la fuerza muscular
suficiente para utilizar las perforadoras que existen en el mercado con un
mango ancho y plano que permiten la presión con mayor fuerza. La diferencia entre el picado y el perforado
es que el perforado requiere mayor fuerza muscular y el agujero que se hace es
de mayor tamaño.
Cortado
Es una técnica que requiere la manipulación de
tijeras, que como herramienta prohibida, hace que se a los ojos del niño y de
la niña, mucho más interesante. Las puntas tienen que ser siempre redondeadas y
el filo recto.
A partir de los 30 meses se puede introducir en la
práctica de abrir y cerrar la tijera sin papel, repitiendo este movimiento
hasta que el niño y la niña se familiarice con el mismo y dando normas sobre
cómo deben utilizarse.
Es una técnica que consiste en enrollar un papel
fino alrededor de un objeto cilíndrico para que tome la forma y al
desenrollarlo quede con ondulaciones. Es una técnica que requiere haber
practicado previamente la del enrollado. Por su complejidad es una actividad
que se introduce a partir de los tres años con ayuda.
Se puede iniciar enrollando una cinta de papel de
periódico alrededor de un rotulador grueso.
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